martes, 31 de agosto de 2010

Estamos Hartos



Hartos de oír siempre la misma historia. Te vas hacer rico en dos días, es la mejor empresa con el mejor producto y un plan de compensación increíble.

Todo esto y mucho más, es lo que continuamente nos ofrecen para atraernos a su empresa.

Todo eso está muy bien. Pero me pregunto ¿no se les olvida algo?, creo que sin darnos esa formación que no se recibe en reuniones, eventos ni nada por el estilo, no conseguiremos objetivos ni sacar adelante nuestro negocio.

Toda esta información y formación que nos dan, puede ser una parte bastante acertada, pero no la única. De hecho, en todos los MLM que conozco, siempre se ha hablado de hacer publicidad, de poner cuñas publicitarias, en definitiva de invertir en los medios habituales que utiliza la empresa convencional, para conseguir contactar con gente.

Tenemos una herramienta muy poderosa, Internet, y muy pocos son los que la utilizan medianamente bien. Aquí en este enlace  encontrarás información bastante interesante acerca de ello.

Por eso sigo diciendo falta algo y muy importante, la formación. Esto es básico no solo para nosotros, sino también para el Marketing Multinivel, pues con esta actitud, estamos dando una imagen poco profesional.

¿Por qué? digo esto, pues porque andamos detrás de las personas intentándolas convencer de que se unan a nuestro negocio. Utilizando para ello mil artilugios que a la hora de la verdad lo único que hacemos bien, es cansar a nuestros conocidos y familiares e incluso perder amistades.

No todas las personas tienen que valer para el MLM, por lo que no debemos de perder el tiempo intentándolas convencer, a aquellas que no estén interesadas.

Pero aquellas que si les interesa, tampoco tienen todas las herramientas a su alcance. Pues aún siguiendo todas las pautas que te marca la compañía, aún así no consiguen salir adelante.

Os voy a poner un ejemplo real, que creo que te puede hacer reflexionar.




Una renegada del Network Marketing

Después de varios años intentando con varias compañías de
multinivel, Ann Sieg había renunciado ya. Pero, un día, de pronto, encontró uno que tenía un plan de compensación increíble. Ella pensó que era un plan tan milagroso que sería literalmente imposible fracasar esta vez (GRAN error, como verás un poco más abajo).

Así que se entregó al negocio al 110 %, estaba segura que “este”sí que iba a ser.

También tenía en ese momento un motivo fuerte que la empujaba a triunfar. Un gran “porqué”, como decimos en el negocio. Ella y su marido tenían un negocio de montaje de parabrisas desde hacía doce años y el negocio estaba yendo cada vez peor. Les estaban hundiendo una serie de leyes y seguros impuestos por el gobierno, medidas que más tarde hundieron a casi todos los negocios de lunas para coche de la zona.

El barco se estaba hundiendo rápidamente, así que no podía permitirse el lujo de tomarlo como un juego.

Necesitaba tener éxito y necesitaba hacerlo rápido.

Esta vez iba en serio, así que devoró todo lo que pasó por sus manos sobre marketing multinivel.

-Leyó todos los libros…
-Escuchó sin parar audios en el coche…
-No se perdió ni un solo curso de la compañía…
-Asistió a todas las reuniones de trabajo y conferencias de presentación…
-Fue a TODOS los eventos…
-Exprimió a su up-line hasta la última gota de sabiduría y consejos que pudiera conseguir de él…
-Empapeló su casa con todo tipo de papelitos con metas y sueños…
-Y, lo más importante, hizo exactamente lo que le dijeron que hiciera, y de la forma en que le dijeron que lo hiciera.

Hizo su lista de nombres… contactó a todos en la lista… enseñó el plan… llamó a algunos prospectos… hizo llamadas… dio cintas de video… quedó con gente en el café Caribou (¡Al menos es un gasto de negocio!)… llamó a unos cuantos contactos más… hizo reuniones en casa (un montón)… ENSEÑÓ EL PLAN… llevó gente a reuniones en hoteles… distribuyó tarjetas de negocios…enseñó el plan a algunos más… hizo prospección a todos… utilizó el sistema de buscar referidos… borró los números de las teclas del teléfono de tanto llamar a más contactos… todo. (¿He mencionado que enseñó el plan?)

Incluso fue la número uno de su compañía en su estado en ventas minoristas dos veces. (Un mes vendió 3.000 dólares en ventas minoristas. Y eso era muchísimo en su compañía) Ella era una verdadera “hacedora”. Ya sabes, el tipo de distribuidora que te morirías por tenerla en tu organización.

Sólo había un pequeño problema.

Que después de 18 meses de matarse trabajando, estaba muy lejos de crear los ingresos que todos esperamos del multinivel.

Sí, tenía una pequeña organización en marcha. Pero nada por lo que dar saltos de alegría. Había recibido unos pocos (patéticamente pequeños) cheques de comisiones pero no estaba ni remotamente cerca ni siquiera de cubrir gastos.

¡No podía entender porqué no funcionaba! ¡Estaba haciendo todo lo que le habían dicho que hiciera y más!
Después de 18 meses estaba harta de ir a conferencias de hotel y que no pasara nada.

Estaba cansada de que su up-line le dijera que tenía que hablar con más gente, o llamar a más contactos, cuando ella sabía que ése no era el verdadero problema.

Estaba frustrada de que por mucho que intentara enseñar con el ejemplo, su gente no hacía lo mismo que ella. No la “duplicaba”. Y además compró una lista de contactos que habían sido sacados directamente de la guía telefónica y seguidamente pagó por un entrenamiento de la empresa carísimo que lo único que hizo fue levantarle los ánimos y hablarle de lo grande que era la empresa.

¿Te suena de algo?

Había chocado con un muro de ladrillos y el mejor consejo que le dio su up-line fue que “volviera a pasar de nuevo por sus listas de nombres”.

Ann pensó: “Lo siento, pero cuatro veces es suficiente, gracias”. Sabía que debía haber una forma mejor de hacerlo.

Comenzó a estudiar otras formas de hacer las cosas, se introdujo en el mundo de la atracción por contenido en Internet y aprendió a atraer a miles de contactos desde su página web.

Todo cambió de la noche a la mañana, comenzó a afiliar más gente en un mes que en toda su carrera en el multinivel.

En menos de cuatro meses retiró a su marido del trabajo.

Comenzó a afiliar a un mínimo de 20 personas al mes, a veces 50 (el mejor mes 54).

Rápidamente se volvió la distribuidora nº 1 de su compañía, generó tantos contactos que no sabía qué hacer con ellos.

Por ejemplo, en un solo mes consiguió 1,780 prospectos…todos reclamando más información.

Construyó un negocio que renta unos beneficios de 90.000 US$ al mes.

Prepárate para el éxito, así como Ann consiguió aumentar su negocio de esta manera tan espectacular, también así puede suceder en tu multinivel: muchos de los que siguen este sistema están asociando a 10, 20 o más nuevos afiliados personales cada mes.

Si tu problema antes era que no sabías cómo encontrar nuevas personas para explicarle el negocio, tu problema ahora va a ser que no vas a tener tiempo para atender a todas las personas que quieren saber de tu oportunidad. ¿Puedes imaginarte cómo crecerá tu grupo cuando suceda esto y además le enseñes el mismo método a todos en tu organización?

Puede que todo esto te suene a milonga. Vamos a pensar por un momento que tienes razón. Lo que tienes en la actualidad te va bien. Entonces, por que no probar con algo distinto y aparentemente mejor. Con esto te van a enseñar a dar una imagen profesional de tu negocio, aprenderás a que las personas sean las que vengan a tu negocio y no tu tras ellas.

Puede que pienses que como lo llevas, te va bien. Por supuesto que así es, pero todo es mejorable y eso es lo que debemos de intentar con la formación, mejorar aún más.

Un saludo

Manuel Mesa


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Manuel Mesa Jiménez
Asesor de Nuevas Tecnologías

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